Hola Verónica. El llanto, para mí es un gran liberador, tan sano como mearse de la risa, aunque algunos piensen lo contrario. Tal vez, no es la solución al miedo, creo que lo único que lo soluciona un poco es la movilidad ya que el miedo es inmvibilidad por naturaleza. Sigue en la travesía de escribir, por favor. con respecto al comentario que hiciste en mi blog quiero decirte lo siguiente: Yo también hice antes de graduarme un taller literario con adolescentes y me fue bien. Me divertí a mares y el resultado fue interesante. Incluso, surgieron cosas que yo no tenía previstas y que siervieron para mi trabajo de tesis. Te recomiendo hacer una buena selección de textos literarios(poesía y cuento), que sean breves y muy dinámicos. Actualmente, estoy planificando, junto con una amiga, una actividad para niños. Consiste en llevar a ellos la magia de la literatura y que le den rienda suelta a su imaginación, que sean libre, que sean ellos mismos. Luego te cuento cómo avanza eso. Saludos. María E.
La luz, que ingresa por la ventana, mueve el mundo didáctico y emotivo de mi hijo Tobías. Parlan las manos sobre el papel. Nada es tan importante como entender que los sonidos están quietos sobre el agua. Aunque una quiera moverla, alterarla, ella está silenciosa, como abstraída de su entorno. No sabe decirlas, pero intenta, suelta “lenguaradas”, transforma un perro en guau guau. La música de fondo larga destellos de felicidad, de armonía, como si la vida fuese ir de compras de la mano de alguien a quien uno ama.
me dije esa noche: a escribir hasta que los dedos ardan pero la mecha de mis manos se fue apagando y pensar que por horas fueron un cincel pero de pronto la llama declinó en lamento y en estampida mi voz se quebró dentro y las palabras unas a otras se dijeron: ya es hora de detenernos y lloraron interminablemente una sobre el hombro de la otra hasta que al fin amaneció y una vez más brillaron y yo retraída me dije: a escribir hasta que los dedos se apaguen
escribir no salva de la oscuridad más bien habitúa a mirarse en el espejo hasta diluirse el camino a casa será largo y las palabras se convertirán en humo cuando se aproximen al corazón de ese bosque el rostro desde la maleza alzará la boca y pedirá clemencia
Comentarios
con respecto al comentario que hiciste en mi blog quiero decirte lo siguiente:
Yo también hice antes de graduarme un taller literario con adolescentes y me fue bien. Me divertí a mares y el resultado fue interesante. Incluso, surgieron cosas que yo no tenía previstas y que siervieron para mi trabajo de tesis.
Te recomiendo hacer una buena selección de textos literarios(poesía y cuento), que sean breves y muy dinámicos.
Actualmente, estoy planificando, junto con una amiga, una actividad para niños. Consiste en llevar a ellos la magia de la literatura y que le den rienda suelta a su imaginación, que sean libre, que sean ellos mismos. Luego te cuento cómo avanza eso.
Saludos.
María E.
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