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Mostrando entradas de junio, 2011

Fragmentos de la novela "Sólo los elefantes encuentran mandrágora"

"Las palabras, entonces, podían ser de espuma, de oro, de barro, y hasta del propio silencio solidificado para rehuir lo inefable. Pero estaban aquellas que dejábamos pasar por alto pues para qué comprometernos con su lastre. Y sin embargo, veníamos ya involucrados en ellas, íbamos hacia sus ardores del significante y el significado como los cometas al sol, aunque ignorando la feroz dependencia" Armonía Somers. Sólo los elefantes encuentran mandrágora. El cuenco del plata .

Fragmentos de Antonia Palacios

No tengo dónde sostener la casa. Toda tierra es deleznable, toda tierra se derrumba. Pienso una casa en el aire, una morada abierta por donde transite el viento. En sus grandes agujeros anidarán las palomas. Mi madre llenará los vacíos dejando caer semillas desde su delantal ligero. Habrá latidos de perros y llegarán las tinieblas mucho después que el silencio. En el umbral de la puerta, mi madre vestida de blanco, recibirá el mensajero. Todo se copia a sí mismo. Todo se refleja en un espacio perdido. El pájaro copia otro pájaro. La vida copia otra vida. Quiero mirar el pájaro caído desde lo alto, mirar comienzos de vuelo, alas en ejercicio y aquel aire que se copia de otros aires más ligeros. Voy contando los comienzos. En el sitio más fecundo mi madre se echó a dormir. El hambre me va acosando. Un hambre de cosas vivas. Mi madre inventa unos brazos que se alargan memorioso. Miro mi sitio vacío, clamo por el olvido. La claridad de mi madre comienza a copiar la sombra. Tengo un ojo q

Algunos más de Patricia Guzmán

Le metí la mano                 -pequeño y seco El corazón- Nadie supo cuál lastimadura de qué lado Dale, dale con el pecho al cielo ... Pájaro come                                 en mis ojos llora                                  aquí       dentro Pájaro Nunca en tus labios ... Caen uno a uno con el pecho plano por el golpe con la boca abierta por el golpe Nada me extraña El vértigo soy yo ... Coloca pájaros en los floreros Llénalos de agua a la altura del corazón Quien llegue por ti cuidará .. No hablo Para guardar el pájaro en la boca No beso Para que ninguna lengua le toque el pecho No duermo Para que no se asuste ¿Quién pregunta por él?

Poemas de Patricia Guzmán

Aliméntalo con miedo dale pájaro con la mano dale pájaro para que duerma siempre a pesar del cuerpo Estoy segura de mis miserias (Son mías) Lo más carne de mi corazón Por lo bajo de esa carne aprendí a comer Por lo bajo de esa carne aprendí a cantar (Mis ojos están acostumbrados a guardar a guardar a guardar) He jurado no quitarme el collar de perlas No vaya a ser que me quede quieta cuando se abra el cielo No vaya a ser que la flor sea perfecta No vaya a ser que se me cierren los párpados El corazón mío me devolverá Estoy segura de mis miserias (Son mías) Ave apurada Ave de mí El amantísimo rozó mi frente y oscureció mi nombre. Patricia Guzmán. Soledad intacta . bid & co. editor.
hoy el cuerpo mismo llegó al hartazgo a la imposibilidad de que las manos profundicen en la propia piel los círculos ahuecados que se abren se cierran al mínimo contacto con los dedos se cuartean pero no dejan espacio/y la sangre que cae a borbotones por las piernas cerradas o abiertas/el dolor es el mismo el vientre hincándose sobre mí patas arriba/torciendo su cabeza hay días como estos en que uno coloca su vértice bajo el agua y el chorro sube y baje/por un mismo ducto y ante el contacto con la humedad el cuerpo tiembla/se balancea/se emociona? de pronto me digo que estoy bien que el cuerpo está por fin limpio por dentro y fuera y de pronto/algo vuelve a romperse algo minúsculo y el ruido deja sorda a la lengua y un líquido entorpece el día y todo vuelve a comenzar y ni una caja de pastillas puede salvarme
hagamos de cuenta que esto es un sueño el deseo temblando en tu dedo el hambre hueco /hincando en la transpiración para ver si el cuerpo aún respira el hambre y el miedo meciendo el látigo furioso con que romperán la sombra amalgamada en tu rostro el ropaje nocturno manteniéndote lejos emancipado/ruinoso/quejoso hagamos de cuenta que esto es un sueño el deseo buscando tu boca manteniéndose sólo por un hilito nocturno maldecido ferozmente por la vacuidad de la noche pero no es un sueño y en esta dulzura casi intocable mi mirada se retira/se aísla/se adormece y enfoca lo oscuro eso que duele tantísimo menos mientras la sombra de tu cuerpo arrimada junto a la mía se sostiene de la frialdad de las sábanas pero juro que existe un espacio en medio del lecho donde nuestros cuerpos se sustraen conmovidos todas las noches