Cuando compre un espejo para el baño voy a verme la cara voy a verme pues qué otra manera hay decíme qué otra manera de saber quién soy. Cada vez que desprenda la cabeza del fárrago de libros y de hojas y que la lleve hueca atiborrada y la deje en reposo allí un momento la miraré a los ojos con un poco de ansiedad de curiosidad de miedo o sólo con cansancio con hastío con la vieja amistad correspondiente o atenta y seriamente mirarme como esa extraña vez-mis once años- y me diré mirá ahí estás seguro pensaré no me gusta o pensaré que esa cara fue la única posible y me diré esa soy yo ésa es idea y le sonreiré dándome ánimos.
DECIR NO...
Decir no decir no atarme al mástil pero deseando que el viento lo voltee que la sirena suba y con los dientes corte las cuerdas y me arrastre al fondo diciendo no no no pero siguiéndola.
DESPUÉS
Es otra acaso es otra la que va recobrando su pelo su vestido su manera la que ahora retoma su vertical su peso y después de sesiones lujuriosas y tiernas se sa…
todo lo que rodea a este cuerpo no es más que una sombra larga y maligna
casi corpórea ante el espejo se vuelve rostro y ambas nos encontramos cara a cara a la espera de que alguna de las dos saque un cuchillo y corte a la otra al borde del corazón para que desaparezca
tampoco quiero que abra su boca y me muerda como un gran animal dejándome las marcas del miedo y la tristeza
sólo quiero besar la muerte todas las noches antes de extinguirme