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Mostrando entradas de abril, 2008

Más allá del silencio

1 es el mismo silencio que te habita quien deposita en mi lengua esta mudez indescriptible 2 hacer hablar a la palabra sería la audacia más hermosa

Deshilvanando el silencio

tu silencio rueda vocalmente debajo de este cuello se desarma para hablarte pero cuánto le cuesta a este chorro de luz a este trozo de palabra muerta a este cuerpo tan solo que cruje entre tus manos pronunciarte cuánto cruje el silencio entre tus dedos cuánto de esencia contiene su mudez cuánto de lengua acatarrada su palabra tu silencio se parece tanto a este cuerpo se asemeja al borde que me duele como si lo fuera

Como culebras

Dormimos como culebras Anais Nin nuestra piel es un fósforo ardiendo una paz imaginaria un holocausto de fin de siglo corriendo por estas venas tomamos el libro de la muerte e imaginamos los cambios del rostro al mirarnos en el incestuoso espejo luego nos dormimos como culebras para esperar que llegue la mañana a mojarnos la piel desecha. en su remoto agujero el demonio más cruel nos hierve vivos las manos se vuelven hurañas y nos revolcamos como simios hasta que el sol nos devuelva a nuestro origen 24 de septiembre de 2005
uno forja caminos con la esperanza de volver al origen de sentir una vez el amor de madre o padre pero los años suceden y la nostalgia sigue intacta y nada acontece nadie llama a nuestra puerta entonces nos devolvemos a la noche eternamente solos
yo sé que llorar sólo apacigua un tercio de todo el dolor ahogado aquí, nacido acá, en este recio cuerpo pero no dejo de aspirar a que un día un gran llanto precipitado sepa traducir, comulgar y redimir el gran laberinto que me niebla

Lluvias

i el diluvio que lloré el sábado hoy es una simple cáscara que se me amolda a mi garganta casi consolándome ii el llanto sólo me ha sostenido sin embargo no alcanza para evitar el miedo la escritura mucho menos
ojalá pudiese escribir todo lo terrible en esta noche maldita para desahuciarme de todo lo que gobierna este cuerpo y así quedarme vacía por primera vez en la vida pero no la alcoba va engrandeciéndose lentamente y yo me incorporo en mi cama en espera de que el nuevo día decante mi vida ojalá pudiese levantarme un día sin estas ojeras sin estas marcas de mujer necesitada sin estos signos de un lamentable orgullo y sostenga en mis manos una vida
tanto miedo tengo al desengaño que tejo de forma invisible cada sonido en mi garganta por miedo a que mañana la palabra no sea más que polvo

xiii

Hace meses que no escribo. Hace meses que no escribo algo verdaderamente grande. Por eso este silencio, este encerrarme en mí misma, este enfrentarme al espejo para reencontrar a la mujer que observa, este juego de silencios y de muertes, por eso este miedo a pronunciar los sonidos. Porque todos ellos me remiten a otras instancias, a otros estados de crisis inabarcables en un papel, en un cuerpo, en una mano escribiente que duda ante la palabra amor o desamor. Hace meses que no lloro con ganas. Hace meses que el cuarto huele a mar, a un mar inconsolablemente bello. Quisiera que el agua permanezca allí siempre, para intentar que la sequía desaparezca de mi vida. Quiero humedad en las palabras, quiero empaparme de las imágenes que me mueven, aquellas que me conmueven

Fotitos Gran Sabana

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