hay algo perverso en la acción
de hincar el diente
abrir la carne
y detenerse a observar
adentro
este otro cuerpo y su llanto compungido
el sexo: boca abierta que tiembla
y no cesa de pedir
pero qué necesita
¿que mi piel se acostumbre a este hastío?
no quiero
no quiero creer en la dulce mordedura
de ese otro
de ése que no se sabe más que el nombre
Comentarios
Luis de Suspendelviaje
Saludos.