cada hombre tiene una sombra
ceñida en su cuello
mortuoria acechante bandida
sombra que muerde
el hueso de la nuca
y arma un muro de tristeza
mientras los dedos
enhebrados en los cabellos
besan amorosamente
la piel dormida

Comentarios

María Evangelina Trabucco ha dicho que…
Por eso dicen que es el estado más cercano a la muerte, ¿no? Ese en el que el espíritu vaga libre y recorre imperios desconocidos... ¿Habrá imágenes en el más allá? Quizás sea un estado confuso el de la muerte... sin siquiera los cariñitos en el cabello!
Verónica Cento ha dicho que…
Sin duda el sentimiento de otredad se ajusta de alguna manera a un estado que se emparenta con la muerte. Anoche vimos en el cine El cisne negro, y salí muy confusa pero a la vez este poema pareciera hilar algo de lo que sufre la protagonista: una esquizofrenia latente por un lado y un sentimiento de obsesión que se traduce en esa otra que está allí acechándola...es un tema que me encanta, la verdad lo disfruto.
Andrea ha dicho que…
Muy bueno este poema!!
Podrías enviarlo por mail con una pequeña bio tuya? Andrea de enfocandopoesia.blogspot.com
mi correo: fotografiabahiense@gmail.com
Verónica Cento ha dicho que…
Te lo envío. Gracias Andrea. Saludos

Entradas populares de este blog

Alborada

Fragmentos de Antonia Palacios