merodear la encandilada
sombra que mece
el hálito de ausencia
revolcar
el torso
en la misma mugre
que yace al fondo
de esta carne
divisar su triste costura
y jalar el hilo
hasta que la desnudez
desteñida
se alce entre la soledad
y me llame por mi nombre

Comentarios

Javier F. Noya ha dicho que…
Uno siente a veces que se está pudriendo, y que algo saldrá de todo eso. Bien reflejado, a mi humilde entender. Pero eso de las descomposiciones trae tanta cola que es interminable! Besos.
Verónica Cento ha dicho que…
Gracias Javier, un abrazo.
Pablo Hernández M. ha dicho que…
Como sumergirse en el recuerdo y volver justo cuando nos estamos quedando sin aliento.

Saludos
Federico J. B. ha dicho que…
Sube, baja, hace una comba, termina en una cola de escorpión. Salúd poeta.

Todavía en el trámite de desentramar las revistas. Fede.

PD: Cuando puedas mandame lo de Massiani de nuevo, será recibido en bandeja de plata con alfombra roja, un ramo de lilas y un sánguche de saláme (pero picado fino).
Verónica Cento ha dicho que…
Gracias Pablo, un gustazo verte de nuevo. Saludos!
Verónica Cento ha dicho que…
Fede, te lo envío, no te hagás problemas.

Besos!
Anónimo ha dicho que…
muy lindo poem vero saludosss
Verónica Cento ha dicho que…
Gracias anónimo, saludos.

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