indiscutiblemente
tengo miedo
de lo que la palabra
me obligue a pronunciar
o a callar
Tobías
La luz, que ingresa por la ventana, mueve el mundo didáctico y emotivo de mi hijo Tobías. Parlan las manos sobre el papel. Nada es tan importante como entender que los sonidos están quietos sobre el agua. Aunque una quiera moverla, alterarla, ella está silenciosa, como abstraída de su entorno. No sabe decirlas, pero intenta, suelta “lenguaradas”, transforma un perro en guau guau. La música de fondo larga destellos de felicidad, de armonía, como si la vida fuese ir de compras de la mano de alguien a quien uno ama.
Comentarios
la palabra tiene todos los visos.
a veces
es silenciosamente peligrosa
o todo lo contrario
b.
Este poema dudaba en subirlo, sentía que estaba cortado, en realidad lo sigo pensando. Aún no he podido darle el cierre que me gustaría. Porque en cuanto a ritmo lo siento un poco flojo.
Gracias
Qué lindo verte. Gracias por darle al blog una nueva luminosidad.
Un abrazo
Pasaré por tu blog.
justo, esta mañana desperté con un pensamiento... la palabra dicha va dándo forma a lo que somos.
a veces es dulce esa experiencia, otras es terribleblente dolorosa.
qué bien haber estado por aquí... gracias
cris.