Como si fuese un pájaro, vuelo desde el corazón de esta montaña al punto más alto del firmamento. Abro mis alas. Descanso. Reposo mi cuerpo y me siento a mirar mi memoria.
Todos los pájaros vuelan alrededor de mí. Yo los observo en su aleteo triunfal, mientras sigo mirando mi propio horizonte. Todo aquello que veo en este instante puede cambiar de forma ante mis ojos. El cielo puede tornarse rojizo si el crepúsculo se acerca bajito y susurrando.
Yo, tal vez, esté observando un horizonte que aún no existe.
Todos los pájaros vuelan alrededor de mí. Yo los observo en su aleteo triunfal, mientras sigo mirando mi propio horizonte. Todo aquello que veo en este instante puede cambiar de forma ante mis ojos. El cielo puede tornarse rojizo si el crepúsculo se acerca bajito y susurrando.
Yo, tal vez, esté observando un horizonte que aún no existe.
Comentarios
bello texto Veronica!
saludos
marcelo
foto de tu sentimiento
saludos!
besos y gracias!!!
Ey!!! qué alegría verte por acá. En verdad que no esperaba verte bloggueando con tanta actitud. Qué bueno saber que podemos estar en contacto de esta forma. Un abrazo!
mmmm tirá el nombre del libro, por favor. A ver si me animo a conseguirlo en el próximo viaje a Argentina. besos