iv

Leo a Marosa di Giorgio y pienso: qué nombre tan bello, qué suculento nombre, cómo no llamarme Marosa y escribirme, poéticamente, en un papel.
Sus prosas eróticas parecen ser una búsqueda del lenguaje, algo raro. No es la búsqueda que pudo haber hecho Pizarnik, parece estar sujeta a otra cosa. Claro, todos los poetas buscamos algo, siempre estamos esperando la llegada de algo nuevo, algo que nos toque y nos estremezca. Pero Marosa tiene otra magia, no sé si es mejor poeta que otros que he leído, pero algo nuevo me está brindando.
Comenzó a llover, silenciosamente. No quiero salir. Quiero estar en casa, disfrutar su cercanía, su oscuridad creada en los rincones. Quiero dormir.

Comentarios

frufrú ha dicho que…
dormir, será porque Marosa es una vieja lechuza que se ceba en los sueños
francisco m. ortega ha dicho que…
"Dormir, dormir, quiero dormir más que vivir", que escribiera Baudelaire.
BAO ha dicho que…
Marosa..

realmente su sonido se envuelve

como tela de nube

ya el nombre te pertenece
luks ha dicho que…
marosa tenía un bosque escondiendose entre su pelo, de ahi se arrancaba los poemas, como si fueran estrellas puntiagudas que le lastimaban la vida


salu, escribiente!
Verónica Cento ha dicho que…
Gracias Apócope. Un gusto en conocerte. Saludos.
Verónica Cento ha dicho que…
Hola Francisco.

A veces el dormir nos permite no pensar en ciertas angustias. Aunque también en los sueños, están los otros demonios que aparecen, para modernos los pies, silenciosamente.

Gracias y saludos!
Verónica Cento ha dicho que…
Belkis, verte por acá me inunda de una alegría inmensa. Un fuerte abrazo
Verónica Cento ha dicho que…
Poeta, usted siempre arrancándose las palabras de donde puede, no?

un gusto verlo y oírle decir esas cosas sobre Marosa. un abrazo.
Gabriela ha dicho que…
Marosa, Marosa, Marosa
qué podría decir yo
de Marosa?

(me gusta pensar que ese libro duerme en tu biblioteca porque un pajarito te lo regaló)

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