Roberto Juarroz
Nadie posee nada. Para poseer algo es preciso desnudarlo, apoderarse de su centro y tener un espacio donde protegerlo. Nadie puede, para poseer una rosa, desvestirla de sus pétalos y retener su fragancia. Las manos del hombre son siempre manos vacías. Tal vez nuestro ejercicio fundamental consista en aprender a amar y escribir con las manos vacías.
Roberto Juarroz. Poesía vertical II: Casi poesía. N°69
Roberto Juarroz. Poesía vertical II: Casi poesía. N°69
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un abrazo
Quién sabe...