Miseria

la miseria se estaciona en el alma
y corre incansablemente
por este cuerpo vacío
y me deja instalado en el corazón
una muerte casi impronunciable

qué hacer con el miedo a la oscuridad
que se duerme detrás de mis oídos
me muerde, me araña,
y con su hocico pequeño y dulce
logra que caiga en la tentación
de lo ignoto

la miseria arranca de cuajo mis palabras
y me deja desamparada
siempre
frente a un espejo

Comentarios

principio de incertidumbre ha dicho que…
cuando era chica pensaba que sino me tapaba hasta la cabeza muchas alimañas o monstruos me iban a trepar.

A veces, de grande, dormí con la luz prendida (que a la mañana te hace sentir mal).

Quué poema fuerte y bello, vero.

Saludos.
Noviembre ha dicho que…
Precioso poema, precioso blog.

Tengo que decirte que lo único que no me gusta es la imagen, la mariposa, no me lo tomes a mal... tengo cierto problema con los bichos vistos de cerca...

Aun así, que sepas que volveré...

Un saludo
eres(según mis consideraciones) muy muy buena. sigo leyéndote y te linkearé para llegar mas rápido.
que bueno encontrarte :)
saludos!
Verónica Cento ha dicho que…
Creo que todos, tanto de chicos como de grandes, tenemos esos miedos de los cuales no podemos o no queremos nunca desarraigarnos.

Gracias Lore por tu bello comentario. Abrazo
Verónica Cento ha dicho que…
En verdad esta fotografía la subí al blog porque me cautivó desde un primer momento. Y como otra amiga dijo en cuanto la vio: a esa mariposa le veo dos águilas! ....creo que la foto se las trae...me gustaron los colores, y me impresionó mucho la mariposa de cerca. Entiendo que no te gusten los insectos a esta proximidad. ja..
Gracias por dejarme tu mensaje...
(cuál es tu nombre?) lo busqué en el blog pero no me aparece....

Saludos y gracias!
Verónica Cento ha dicho que…
Maily

Intenté entrar a tu blog pero me di cuenta que no estabas conectada desde tu usuario. Cuando puedas, por favor, enviame algún link al mail o al blog para poder leerte. Saludos y gracias por tus palabras.
Cris Cam ha dicho que…
Estuve, casi, por subir al tren,
las cadenas apenas se movían,
pero temí manchar mis zapatos
con los vacíos de un reloj,
y arrancó llevándose mis sueños.

Estuve, casi, por gozar de la vida.
Ella tenía una vulva batiente,
y su ritmo de vapor encendido.
Mucho vértigo.
Y se marchó llevándoseme dos hijos.

No puedo quejarme...
o si puedo pero no debo,
los durmientes fueron mis huesos.

Quizá la noche
que siempre se apiada
traiga de regreso
un cuarto de mis genes
y pueda abrazarlos.
Verónica Cento ha dicho que…
Tirofijo:

No logro entrar a la dirección que me dejaste. Saludos.
Verónica Cento ha dicho que…
Cris cam!


Qué alegría! ¿usted por acá? quién iba a decirlo, no?...gracias por esta visita inesperada pero linda. Un abrazo.
GEORGIA ha dicho que…
Bendita miseria que no te deja sola, por eso siempre cargo mi espejo de bolsillo.

siempre es grato leerte

te abrazo
Verónica Cento ha dicho que…
Gracias Georgia. Es un gustazo volverte a ver por el blog. Besos
Cris Cam ha dicho que…
Y siempre plagiándote.
¿Se notan las marcas?

Es una forma de mostrar lectura crítica, internarme en los (quizá infinitos) vericuetos del verso, y si luego tenemos la suerte de producir algo propio, mejor.

Un abrazo

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