No tengo dónde sostener la casa. Toda tierra es deleznable, toda tierra se derrumba. Pienso una casa en el aire, una morada abierta por donde transite el viento. En sus grandes agujeros anidarán las palomas. Mi madre llenará los vacíos dejando caer semillas desde su delantal ligero. Habrá latidos de perros y llegarán las tinieblas mucho después que el silencio. En el umbral de la puerta, mi madre vestida de blanco, recibirá el mensajero. Todo se copia a sí mismo. Todo se refleja en un espacio perdido. El pájaro copia otro pájaro. La vida copia otra vida. Quiero mirar el pájaro caído desde lo alto, mirar comienzos de vuelo, alas en ejercicio y aquel aire que se copia de otros aires más ligeros. Voy contando los comienzos. En el sitio más fecundo mi madre se echó a dormir. El hambre me va acosando. Un hambre de cosas vivas. Mi madre inventa unos brazos que se alargan memorioso. Miro mi sitio vacío, clamo por el olvido. La claridad de mi madre comienza a copiar la sombra. Tengo un ojo q
Comentarios
besos
suerte con la casa nueva!
saludos por casa nueva
q no podia empezar mejor que con un texto asi!
muac!
un abrazo.
tenemos nuevo patio en donde tomar matecitos a la sombra de algún árbol. un beso
Tome unos mates, escoja unos buenos libros, y comencemos a charlar sobre poesía.
un abrazo!
hermosa
No se me ocurre qué más podría añadir.
Me gustaría encontrar la posibilidad de compartir un fragmento del silencio que me ha dejado su obra, con el ánimo de no dañar e intoxicar, pero lo más probable es que mi propio silencio irrumpiese con escándalo en el suyo, como una perversa fiebre.
Al menos podemos decir que compartimos un lenguaje común para nombrar a la belleza, de lo que me congratulo.
Un beso