alguna vez
lo pronuncié con profundo recelo
y entre mis dientes tembló
desesperado
solo
el verbo en su engranaje
pero nunca fue suficiente
esa danza del cuerpo robusto
arañando la esperanza de la visibilidad
el ver no estaba en la palabra
y tampoco en la escritura
hizo falta
entonces
que las manos comulgaran con la idea
de arrojar lo inservible
y de guardar entre los dedos
la necesidad del soplo de vida
para sobrevivir
esta vez
a la intemperie

alguna vez lo dije
pero tal vez nadie me escuchó
el silbido bajito
sábanas adentro
con el cuerpo húmedo
en espera de que alguien
abriese los bordes de la tela
y me viese por el hilo conductor del universo
sin embargo nadie vino
nadie nunca abrió la puerta
y las piernas quedaron truncas
con miedo a su propia sombra
siempre
de fondo
el llanto de niña
llanto de adolescente buscando el exilio
el auxilio de esta voz

alguna vez lo dije
pero hoy es tarde
el corazón duerme
arrinconado
en estos pechos
soberbio

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