Las sierras, 4 de septiembre.
No tengo la voz de pájaro. Sólo conozco el vuelo imaginario.
No está permitido leer a Juanele en voz baja. Porque toda su palabra es un inmenso río que canta la memoria del poeta. Siento que la voz grave hace más honda la pérdida.
Leo su libro y un gran río desciende lentamente por mi garganta. Un dulce canto que podría ser el Paraná de Ortíz. Un río que crece agolpadamente por todo el cuerpo.
Yo soy un río que habla y escribe sobre lo que sufro. Yo soy un pájaro el cual se posa en las torrentes del río. Yo soy un pájaro que vive dentro de las profundidades del Paraná. Un gran río me circunda las sombras. ¿Por qué la palabra no besa sino que sólo inunda de miedo?
Juan L, sos un río y un pájaro que canta en mi corazón.
Comentarios
muy bonitas sus cosas!
Desde Barranquilla, Colombia te envío un fuerte abrazo.
Víctor
Saludos de quién suspira...
Saludos
Lástima que su mensaje sea un simple copia y pega de teclado. Justamente vi el mismo mensaje que me dejó a mí en el blog de una amiga. En verdad prefiero que no deje nada, que no pierda su tiempo conmigo. Si no tiene tiempo de leer y responder unas sencillas palabras luego de leer cada blog, creo que yo estaría perdiendo mi preciado tiempo en responderle un mensaje que seguro no leerá. Por eso le respondo lo más sincero posible.
Hasta luego.
No hace mucho que conozco a Juanale. Un buen amigo me lo presentó y el encanto fue inmediato. En Argentina logré conseguir una antología de Ortíz, preciosa en verdad. Sé que están a la venta sus obras completas. El año próximo voy por ellas.
Creo que es muy difícil no caer en los ríos de Juanele. Tiene un fluir en sus palabras increíble. Yo sigo aún prendida de su voz.
Te agradezco por esta agradable visita. Saludos.
Muchas gracias por visitar el blog, me alegro que te haya parecido interesante.
Nos estaremos viendo por estos lados.
Saludos.