a veces sueño que estamos vivos
con ganas de pelear
pero al tomar las armas
la muerte toca nuestro hombro
y obliga a devolvernos una vez más
hacia la oscuridad

es hora de reconocer quién es el enemigo
y mi mano te señala
la vida es este momento
tiempo de soltar la soga que tensa
tu cuerpo y mi mano
hora de detener el reloj de la espera
las palabras con aroma a pólvora
y la guerra que respira sobre nuestro cuello

resta balbucear el odio

aceptar
que tenemos
en la boca
la maleza


Comentarios

Pablo Hernández M. ha dicho que…
Acá, visitando.

Mi guerra mundial es de dos.
Verónica Cento ha dicho que…
Gracias Pablo por tu lectura, vení cuando gustes.

Saludos.

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