Caracas, 12 de abril de 2012
Arrancar de cuajo la mala hierba y observar el amarillo que crece de fondo, la flor atada al cáliz, la boca que muerde el dedo manso para que estos arañen y dejen marcas de ternura. Pobredumbre en el lenguaje y en la escritura. Cuesta últimamente escribir bien y con ganas. La esperanza es un ripio que se vuelve pájaro. Un ave que vuela, luego de haber estado enjaulada.
Comulgo con la idea de que hay que liberar el jardín del frente, dejarlo limpio, volverlo verde.
Liberar aquellos pájaros encerrados a la sombra del limonero, porque esa oscuridad no es frescura sino encierro. Sordera. Somnolientos salen al mundo. Volar con las plumas bien altivas.
Decir en voz alta y frente al espejo: cuánto me quiero.
Arrancar de cuajo la mala hierba y observar el amarillo que crece de fondo, la flor atada al cáliz, la boca que muerde el dedo manso para que estos arañen y dejen marcas de ternura. Pobredumbre en el lenguaje y en la escritura. Cuesta últimamente escribir bien y con ganas. La esperanza es un ripio que se vuelve pájaro. Un ave que vuela, luego de haber estado enjaulada.
Comulgo con la idea de que hay que liberar el jardín del frente, dejarlo limpio, volverlo verde.
Liberar aquellos pájaros encerrados a la sombra del limonero, porque esa oscuridad no es frescura sino encierro. Sordera. Somnolientos salen al mundo. Volar con las plumas bien altivas.
Decir en voz alta y frente al espejo: cuánto me quiero.
Comentarios
Un gusto deleitarse con la miel de tus textos.
Saludos ;)
Jorge, creo que diste en la tecla.