Iniciar un poema con un soplo. Como un cuerpo que comienza a
respirar ante el tacto del diente y la boca. Animal embeleso. A mordiscos la
palabra se apunta, sobrevuela bajo. El milagro trasciende por fin al papel. El
reconcomio con el pasado va tomando nuevas formas, menos dolorosas y más
creativas. Continuar la búsqueda: conectar el acto poético con la voz propia.
La poesía y su velo. La contracara del tedio: la escritura como nocturnidad,
como aplomo, como incesante sigilo. Lugar común: la escritura como
salvoconducto del hambre.
Atardece y salgo a la puerta de mi casa a encender las luces. Camino despacio, recortando la distancia que hay entre cada farol, y en un acto casi sagrado, doy luz a la posibilidad de esta noche. De fondo, un cielo rojísimo: tropel que arriba con toda su furia, pero nunca lastima. Estos caballos, mansos como el arroyo, se alimentan de la hierba de mi hogar. Forman parte de este paisaje. Aquí nadie te quita el aliento, salvo la noche. Por momentos, me parece poder oír el diálogo entre los árboles y el frío de esta noche. Escribo con frío, mientras mis manos deliran.
Comentarios
Creo que Pichón (no sé si lo conocías por Horacio o por Alejandro) no se equivocó al decir que albergabas muchísimo potencial y es cierto. Tenía ojo para los buenos escritores y me hablaba de los que le parecían especiales. Además eras cordobesa, como nosotros.
Como yo recogí todas sus notas después de que falleció, entre ellas figuraba tu nombre, como uno de esos que él consideraba como de calidad literaria destacada (eran poemas de un erotismo especial si mal no recuerdo) así que me dediqué a leer tu trabajo en el arcón de los recuerdos de Ultraversal y hoy, dando vueltas, caigo acá ya no sé siguiendo cual ruta.
Quería decirte eso, solamente. Que se confirma a partir de la lectura todo lo que mi hermano mencionó sobre tu maduración literaria.
Se pondría muy contento al leer todos estos trabajos.
Gavri, te escribi un correo electrónico. Te agradezco nuevamente tus palabras.
Seguimos en el vaivén de palabras en honor a Alejandro.
Saludos
Se habrá perdido por ahí. Igual, me alegra que sigas escribiendo y tan bien.
Lehit
Es la que tengo.
sí, así