Pero todo eso está ya absorbido. Lo tienes perfectamente integrado y sabes que es tuyo, que te pertenece. Como la palabra que, mejor o peor dicha o escrita, ahora nos acerca...
Dos besos, Escribiente: Uno para ti y otro para la encantadora niña que fuiste... (y aún eres).
Qué lindo eso que decís, Anonimaux. Tus palabras me hicieron recordar otras cosas. Quizás, en mi caso, sucedió al revés: primero conocí el silencio, y de ahí mi introspección; luego vino el torrente, las palabras vinieron como mares, y ya nunca dejaron de existir en mí.
Sí, Dedalus. Uno aprende a convivir con ciertos dolores. Agradezco siempre haber podido la poesía; y aún mejor, agradezco que por la poesía, descubrí aspectos de mí que no conocía.
Saludos, y gracias.
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Atardece y salgo a la puerta de mi casa a encender las luces. Camino despacio, recortando la distancia que hay entre cada farol, y en un acto casi sagrado, doy luz a la posibilidad de esta noche. De fondo, un cielo rojísimo: tropel que arriba con toda su furia, pero nunca lastima. Estos caballos, mansos como el arroyo, se alimentan de la hierba de mi hogar. Forman parte de este paisaje. Aquí nadie te quita el aliento, salvo la noche. Por momentos, me parece poder oír el diálogo entre los árboles y el frío de esta noche. Escribo con frío, mientras mis manos deliran.
Hace días me compré un cuaderno para pintar con acuarelas. Lo primero a lo que di vida es a un fondo selvático, con unos monos entre unas hojas inmensas. En el proceso de colorear cada hojita, algo se movilizó dentro de mí. Aquello que reverdece también me permite respirar. El pasado es un hacha en manos del demonio: cuidado con el tronco que deja uno a merced de los miserables. Entonces, ¿con qué témpera se cubre el miedo? Fragmentos de diario 2014-
una mujer que mira al sur posee una tristeza en el rostro en miniatura toda ella es una figura raída imposible de precisar nadie sabe qué le duele pero su figura parece dormir un largo sueño una mujer que mira al sur camina hacia un puerto invisible y errante levanta la mano como quien saluda a alguien que se va sola navega las calles con una soledad insufrible una mujer que mira al sur tiene ganas de partir siempre
Comentarios
realmente su sonido se envuelve
como tela de nube
ya el nombre te pertenece
Saludos y gracias por tu visita.
desde niño yo hablaba hasta por los codos, me hacian callar
y despues descubri el silencio
y ahi adentro del silencio, la palabra
se ve que la palabra anda metida en todos laos
q caos
salu!
Dos besos, Escribiente: Uno para ti y otro para la encantadora niña que fuiste... (y aún eres).
Como verás mudé valijas y libros hacia este nuevo hogar. No sé por qué pero me siento más a gusto que en el otro.
Un abrazo!
Tus palabras me hicieron recordar otras cosas.
Quizás, en mi caso, sucedió al revés: primero conocí el silencio, y de ahí mi introspección; luego vino el torrente, las palabras vinieron como mares, y ya nunca dejaron de existir en mí.
besos!
Agradezco siempre haber podido la poesía; y aún mejor, agradezco que por la poesía, descubrí aspectos de mí que no conocía.
Saludos, y gracias.