tu pie hizo roce con el mío
llamándonos al perdón
a la caricia
a la palabra conciliadora
y al cuerpo
yerto
para que alce la voz y hable
en medio del sueño
sentí tu piel
dije palabras a mi oído
para que las recordara
pero ante la mañana
sólo quedó la certeza
de que me habías tocado
como quien desliza su mano
delicada y tierna
casi sin advertirlo
la noche ha cerrado
la hendidura
que partía nuestras bocas
dejándonos en silencio
ateridos y solos
la noche
ha abierto
por fin
un camino
hasta tus manos
llamándonos al perdón
a la caricia
a la palabra conciliadora
y al cuerpo
yerto
para que alce la voz y hable
en medio del sueño
sentí tu piel
dije palabras a mi oído
para que las recordara
pero ante la mañana
sólo quedó la certeza
de que me habías tocado
como quien desliza su mano
delicada y tierna
casi sin advertirlo
la noche ha cerrado
la hendidura
que partía nuestras bocas
dejándonos en silencio
ateridos y solos
la noche
ha abierto
por fin
un camino
hasta tus manos
Comentarios
Me gustó una frase en particular. LA destaco mas que nada para recordarla. Vos decís "Dije palabras a mi oido". Es una bella imagen, porque si uno dice palabras, a algun lado, es primero al oido de uno. El hecho de resaltar la obviedad deja en evidencia que en algunas situcione no queremos decirnos mas nada a nosotros mismos. Pero es inevitabale, querramos o no, lo decimos. Y porque lo decimos nos enteramos. Gracias por decir tus historias versadas en rimas que buscan escuchantes.
un saludo
Saludos, Luciano.
Un abrazo!
saludos