No tengo dónde sostener la casa. Toda tierra es deleznable, toda tierra se derrumba. Pienso una casa en el aire, una morada abierta por donde transite el viento. En sus grandes agujeros anidarán las palomas. Mi madre llenará los vacíos dejando caer semillas desde su delantal ligero. Habrá latidos de perros y llegarán las tinieblas mucho después que el silencio. En el umbral de la puerta, mi madre vestida de blanco, recibirá el mensajero. Todo se copia a sí mismo. Todo se refleja en un espacio perdido. El pájaro copia otro pájaro. La vida copia otra vida. Quiero mirar el pájaro caído desde lo alto, mirar comienzos de vuelo, alas en ejercicio y aquel aire que se copia de otros aires más ligeros. Voy contando los comienzos. En el sitio más fecundo mi madre se echó a dormir. El hambre me va acosando. Un hambre de cosas vivas. Mi madre inventa unos brazos que se alargan memorioso. Miro mi sitio vacío, clamo por el olvido. La claridad de mi madre comienza a copiar la sombra. Tengo un ojo q
Comentarios
Así se les aparecía Huitzilopochtli a los seres que lo adoraban, cuando arrancaban su sabiduría sin que les trajera muerte. Era una batalla dual o nahualismo según los chamanes. Saludos.
¡Enlunate!.
Saludos.
Estoy agradecida por tu visita. Saludos
Y sí, hay que maldecir de vez en cuando... Romper la historia, meterla en bolsas y tirarla allí donde nadie la cuestiona. Tiro de nuevo la piedra, de la identificación, ¿jugamos a la rayuela? Quizás así conquistemos el cielo.
Qué bueno volver a verte.
Muchos besos.