Rescatado
un cuerpo indeleble
transpira
y sumerge
el violento miedo
en las aguas del leteo
qué hace una mujer
a las dos de la mañana
escribiendo sin parar
los miedos de su memoria
por qué escribe rozando
la serenidad de la noche
despertándola de su gran sueño
por qué calla la palabra
en la boca
como si esa ranura ocular
fuera a devolverle la sonrisa
y como si ese cuerpo
fuese algo más que un simple bosquejo
casi como aquella casa deshabitada
que mira al mar
transpira
y sumerge
el violento miedo
en las aguas del leteo
qué hace una mujer
a las dos de la mañana
escribiendo sin parar
los miedos de su memoria
por qué escribe rozando
la serenidad de la noche
despertándola de su gran sueño
por qué calla la palabra
en la boca
como si esa ranura ocular
fuera a devolverle la sonrisa
y como si ese cuerpo
fuese algo más que un simple bosquejo
casi como aquella casa deshabitada
que mira al mar
Comentarios
Leerte fue un secreto que habló de noche, realmte fue de noche a la hora de tus relojes; pero no pude ir más allá de tí, de tú historia, de tú cotidianidad, de tus manos, de tus convencionalismos, ni siquiera fueron las palabras, fuiste tú y tantas veces tú en tus silencios.
(Escucho)
Gracias por tu comentario Verónica Cento. ¡Qué bueno saberte!
buenos tus versos.
marcelo
;)
es difil no sonreir después de leer estos versos (hagan la prueba):
"por qué calla la palabra
en la boca
como si esa ranura ocular
fuera a devolverle la sonrisa".
cool...
.:.
Nos leemos. Saludos
Saludos.
Pasaré por tu blog.
Saludos.